Planes con peques de 10 años. Real Cocina del Palacio Real de Madrid.
Palacio Real. C/ de Bailén s/n. Madrid.
Horario: abren todos los días de 10:00 a 19:00 horas.
Entrada básica: 12 euros (adultos), 6 euros (menores, mayores de 65, estudiantes...).
Entrada completa Palacio Real + Real Cocina: 16 euros (adultos), 11 euros (menores, mayores de 65, estudiantes...).
Entrada parcial: solo a exposiciones temporales 5 euros; solo a Real Cocina 6 euros.
Entradas gratuitas para diferentes colectivos.
Hay que entender que cualquier palacio real funcionaba antes como una pequeña ciudad, con muchísimo personal cualificado, con distintos oficios, y que en muchos casos vivían de manera permanente allí.
El personal encargado de la alimentación de la realeza formaba los llamados "Oficios de Boca" desde el año 1500. Inicialmente fueron la "Panetería" (personal que elaboraba todo tipo de panes), la "Cava" (encargados de las bebidas y del agua, que se traía del cercano manantial de la Fuente del Berro por sus magníficas cualidades), "Frutería", "Confitería", "Cererías" (encargados de las velas que alumbraban las mesas), "Buxería" (personal encargado de la leña y combustible), el "Ramillete" (servicio de adornos dulces de mesa, infusiones y refrescos), "Repostería" (encargados de todo tipo de postres), "Sausería" (personal de salsas y condimentos), Guardamangier (encargados de la despensa y la carne), y "Potagería" (verduras y legumbres). Con el tiempo estos servicios se van concentrando y para 1815 la división era el Ramillete, que llevaba los 8 primeros servicios mencionados, y la Cozina de Boca que se encargaba de lo demás. En 1840 se volvió a reorganizar el servicio, dando como resultado cuatro divisiones encargadas de todo: Real Cocina, Repostería, Botillería y Cava y Guardarropa de Mesa.
La cocina estaba preparada día y noche por si a cualquier hora le apetecía tomar algo a la familia real, y todos los días se preparaba un fantástico y descomunal menú para que el monarca probara los platillos que le apetecieran. Después de que comiera el Rey, llegaba el turno de la Reina y los infantes - que normalmente comían separados- y ya la comida restante se distribuía entre la aristocracia y cortesanos por estricto orden de jerarquía.
El recorrido guiado que se hace en la actualidad dura en torno a una hora y visitas cinco antiguas estancias, comprendidas por la "Cozina de Estado", el "Ramillete del Rey", la "Antecocina" o sala de preparación, la Cocina Grande o "Sala de Fogones" y la "Despensa (Cava y Botillería)". Es una amplia zona en la primera planta de los sótanos del palacio y como hemos visto, ha pasado por diversas actualizaciones desde el año 1760 hasta la actualidad.
En la entrada (la antigua portería de la cocina) destacan los montaplatos de tiempos de Isabel II (un elevador que en origen funcionaba con agua a presión) y que en 1911 fue sustituido por montaplatos eléctricos. Desde aquí ya entramos a las salas de cocinado, iluminadas gracias a los grandes ventanales en piedra desde 1760.
La Cozina de Boca preparaba el servicio para las mesas del Rey y familia real, como hemos mencionado, mientras que la Cozina de Estado elaboraba los alimentos para los servidores y personal que por su cargo y contrato tuvieran derecho a ello. El oficio del Ramillete se encargaba de todo lo relativo al adorno de las mesas, y su nombre era debido a los ramilletes de flores de azúcar comestible que presentaba para adornas las mesas. También elaboraban bizcochos, helados, compotas, refrescos, chocolates y bebidas calientes. Llama la atención las antiguas heladeras, los moldes de cobre para las tartas, una chocolatera de época de Carlos III que hacía 25 kilos de chocolate a la taza en cada uso o incluso una antigua licuadora para obtener zumos mediante presión.
La Antecocina era el espacio destinado al lavado y cortado o despiezado de alimentos. Cuenta con dos mesas alargadas veteadas en perpendicular para favorecer el corte sin que saltaran astillas y sin que se moviera la carne. En esta sala puedes ver unas antiguas fresqueras (armarios con hielo para la conservación) y se conserva también el primer armario frigorífico del país, que llevaban el motor fuera para facilitar las reparaciones y que data del reinado de Alfonso XII. Además verás un pequeño escritorio desde que el Cocinero Mayor (siempre francés hasta tiempos de Alfonso XIII, ya que los Borbones o Bourbon llegaron desde Francia y solo contrataban cocineros con una exquisita formación francesa) dirigía todo el trabajo.
La Sala de Fogones estaba destinada a la cocción de los alimentos y se encuentra en el centro de la cocina de palacio. Cuenta con una parrilla prusiana para asar hasta 50 piezas de aves de 1877, y también con un impresionante armario para mantener los platos calientes de 1861, que se caldeaba gracias a la circulación por debajo del pavimento de conductos por los que circulaba el humo que salía de los fogones. Arandelas para emplatar, y todo tipo de objetos de menaje (como los turbotières, cazuelas para cocinar rodaballos enteros) completan la sala.
Por último, en la Despensa de Cava y Botillería, era el almacén principal de los accesorios de horno. A partir de 1875 servirá como almacenaje de bebidas (agua, vinos, cerveza...) Un clavero de armarios de vino de la Cava indicaba los que se guardaban. Verás una antigua damajuana para el almacenamiento de agua que se traía de la fuente del Berro y que estuvo consumiendo hasta que fue construido el canal de Isabel II.
Con esto concluye una visita muy recomendable, llena de detalles corrientes pero normalmente desconocidos en la vida cotidiana de un palacio.
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...hoy puede ser un gran día...