Planes con peques de 12 años: visitando Burgos
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Burgos es una maravillosa ciudad con tantas cosas que ver, que necesitas como poco una semana o varios viajes para poder acercarte un mínimo a todo lo que ofrece. Nosotros hemos quedado enamorados en tres días y estamos deseando volver.
Primer día. Casco histórico. Pues para recorrer el casco histórico, y empezar a conocer un poco la ciudad, decidimos apuntarnos a un free tour. Es la mejor manera de ubicarte, los encuentras rápidamente en internet y pagas la voluntad. Conocimos el Paseo del Espolón, estupenda zona de sombra que bordea la plaza mayor y donde encontrarás bares y restaurantes. Linda con el río Arlazón y en los arcos laterales que dan acceso a la plaza mayor encontrarás antiguas pintadas que señalan hasta donde llegó el agua en algunas de las importantes crecidas que antaño anegaron la ciudad (las de 1874 y 1910 aunque han habido más). En la plaza tienes el Ayuntamiento en un edificio neoclásico y la estatua en bronce de Carlos III. Otro imprescindible es el Arco de Santa María, la monumental puerta de acceso a la villa medieval, que en su fachada cuenta con diversas esculturas (incluida la del Cid Campeador). Puedes acceder a su interior para ver el salón mudéjar.
Si cruzas el Puente de Santa María, en frente del Arco del mismo nombre, encontrarás el Museo de Burgos. Un museo importante, ubicado en un palacio del siglo XV (Casa Miranda) con cinco plantas que precisan de varias horas para poder apreciar todos sus tesoros. Tres plantas dedicadas a arqueología y dos dedicadas a pintura y escultura desde la edad media. No perderse el frontal de Santo Domingo de Silos, los restos prehistóricos de Atapuerca, los restos romanos de Clunia, el sepulcro de Juan de Padilla, ni la joya del museo, la espada del Cid Campeador Tizona. La entrada cuesta un euro, y los sábados y domingo es gratuita.
Volviendo al paseo del Espolón, puedes seguirlo hasta llegar a la Plaza del Cid y contemplar el Puente de San Pablo, uno de los doce puentes de la ciudad y datado aproximadamente sobre el siglo XIII. Esta lleno de esculturas, siendo su colocación en orden inverso, ya que siguen al Cid al destierro. Así, la primera escultura en el pretil derecho es de Doña Jimena y en frente, en el pretil izquierdo, está el hijo del Cid Diego Rodríguez. El resto de figuras pertenecen a distintos nobles de confianza del Campeador.
Cerca de la plaza del Cid tienes otro imprescindible de la ciudad: la Casa del Cordón o palacio de los Condestables. Un edificio precioso, actualmente dedicado a exposiciones, lo que permite (si hay alguna en el momento en el que vayas) ver algunas salas y el precioso patio interior de dos plantas del edificio. La historia cuenta que fue aquí, en este palacio real, donde los Reyes Católicos recibieron a Cristóbal Colón después de su segundo viaje a América. También aquí se casó el príncipe Juan con Margarita de Austria y fue el lugar donde murió Felipe el Hermoso, el marido de Juana la Loca. Data del siglo XV y el nombre popular viene dado por el cordón franciscano que enmarca la portada principal del edificio.
Segundo día. Catedral y Museo de la Evolución Humana. La Catedral es un edificio inmenso, y te va a llevar horas ver todo el templo. Así que no lo dejes para última hora. Pasa lo mismo con el Museo de la Evolución, así que puede ser buena idea si vas con peques visitar uno por la mañana y otro por la tarde para que no sea agotador. Vamos a dar un vistazo más detallado a ambos planes.
El Museo de la Evolución Humana es otra visita imprescindible, pero además muy interactiva así que la peque se lo pasó genial. Un museo enorme, muy didáctico, muy innovador en su propuesta, muy orientado a la pedagogía no solo de ver, sino de probar. Salas para que vivas la furia de un volcán con gafas virtuales, juegos para acercarte a la prehistoria, reproducciones de objetos antiguos para que puedas tocar y sentir, incluso puedes subirte y pasear por el Beagle, la reproducción del barco en el cual Darwin viajó hacia las Islas Galápagos e hizo tantos descubrimientos fascinantes. Es toda una aventura para los peques, y vas a necesitar unas cuatro horas para poder verlo todo. Tienen también tienda, por si te apetece llevarte algo a casa. Es sencillo coger entrada en el propio museo, está muy organizado y son muy efectivos así que no esperarás mucho.
Nos quedaron muchas cosas por ver, como el Castillo, el Centro de Arte de Burgos, la iglesia de San Esteban o la de Lesmes, la Cartuja de Miraflores o Atapuerca. Pero lo dejamos para una próxima visita, que estamos deseando hacer.
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...hoy puede ser un gran día...